1.23.2005

ORIENTACIÓN SEXUAL COMO SISTEMA DE PREVENCIÓN DE LA SALUD

La orientación sexual como sistema de prevención de la salud.

ANÓNIMO.

Ante los innumerables problemas de salud pública que podrían ser evitados con proyectos de prevención adecuados, es evidente la necesidad de realizar inversiones en orientación sexual.
De acuerdo con una investigación del Instituto DataFolha divulgada en junio de 1993, 86% de las personas entrevistadas son favorables a la inclusión de orientación sexual en los programas escolares. A pesar de esto, solamente el 32% de los padres conversan sobre sexo con sus hijos y la mitad de ellos nunca llegaron a mencionar el tema.
Algunos años antes, la Editorial FTD realizó una investigación enviando una carta con franqueo pago a diez mil profesores. De las cartas respondidas, el 84,3% creía no haber tenido una buena educación sexual o que la que tuvieron fue regular, contra 13% que se declararon satisfechos. Para el 42,8%, las personas más buscadas para conversar sobre el tema eran los amigos o colegas, solamente el 6,2% recurría a sus padres o a los orientadores de la escuela. La gran mayoría declaró que no estaba permitido hablar de sexo en la escuela donde estudiaron.
Ante esta realidad, la “Guía de Orientación Sexual – Directivas y Metodología”, traducido y adaptado del original “Guidelines for Comprehensive Sexuality Education”, elaborada por el Grupo de Trabajo e Investigación en Orientación Sexual, Asociación Brasileña Interdisciplinaria de SIDA y el Centro de Estudios y Comunicación en Sexualidad y Reproducción Humana, concluye que a pesar de que todos destacaron su necesidad, el trabajo de orientación sexual aún es muy incipiente, incluso al haber pasado algunos años desde la realización de estas investigaciones.
En este tiempo se ha avanzado mucho, principalmente respecto de la concientización de realidades muy duras, como es la diseminación del SIDA, que originó una avalancha de ONGs (Organizaciones No Gubernamentales) y campañas en los medios de comunicación que hablan de sexualidad. Sin embargo, el debate sobre los modelos de prevención, el papel de las escuelas, de los gobiernos, de los medios de comunicación y de las familias continúa en discusión.
“La discrepancia entre la práctica y los deseos de la población pasa por razones diversas a nivel público y privado. Tiene que existir, en primer lugar, la voluntad política (por parte de los gobernantes) de realizar programas de ese tipo. Esto implica considerar como prioritarias las inversiones en el área de la salud y educación de niños y adolescentes” define la Guía.


¿Qué es la educación sexual?

Cabe, en primer lugar, definir orientación sexual. Conjunto de orientaciones desarrolladas de forma no sistemática sobre sexualidad”. Este proceso “es global, no intencional e involucra toda la acción ejercida sobre el individuo, en su cotidianeidad, desde el nacimiento, con repercusión directa o indirecta en su vida sexual, a lo largo de la vida”.
La educación sexual, puede ser informal o formal. La informal surge en el seno familiar y tiende a reproducir en los jóvenes los patrones de moralidad de una sociedad determinada. Asimismo, las informaciones transmitidas por los medios de comunicación masivos (periódicos, revistas, TV, radio, etc.) también pueden ser consideradas parte integrante de una educación informal sobre sexualidad.
La educación sexual considerada formal, por otro lado, “gana el espacio institucional de las escuelas y centros comunitarios, bajo la forma de acciones, programas y proyectos específicos. Este abordaje también puede reafirmar conceptos o, en un segundo análisis, promover la difusión de informaciones relativas a la sexualidad, acompañadas de cuestionamientos y discusión sobre la sexualidad”.
Estos conceptos se van subdividiendo y tornándose más complejos. Como ejemplo mencionan dos nuevos conceptos de educación sexual: el primero se denomina intelectual y se ocupa de los conceptos y la claridad de las definiciones. El otro es más combativo y participa en las luchas mundiales de transformación de los patrones de las relaciones sexuales.
El programa de Educación Ambiental y Salud de la Secretaría Municipal de Educación de Río de Janeiro considera la educación sexual como “el conjunto de teorías o prácticas, formales o informales, que aborda, con niños y adolescentes, desde una perspectiva educativa, aspectos de la sexualidad humana”. El objetivo de un trabajo de educación sexual es “permitir que los niños y los adolescentes entiendan la sexualidad como un aspecto positivo y natural de la vida humana, que promueve la libre discusión de las normas y patrones de comportamiento con relación al sexo y el debate de las actitudes personales frente a la propia sexualidad”.
Según la Guía de Orientación Sexual, el trabajo de orientación sexual busca “ayudar a los niños y adolescentes a tener una visión positiva de la sexualidad, a desarrollar una comunicación clara en las relaciones interpersonales, a elaborar sus propios valores a partir de un pensamiento crítico, a comprender su comportamiento y el del otro, y tomar decisiones responsables sobre su vida sexual, ahora y en el futuro”.


regresar a aquenosabías...