6.20.2005

El Movimiento Lésbico en México... ( del a 81 a la 100)

inconformidad sobre todo de la juventud bajo lineamientos controlados por el sistema neoliberal.

La verdadera revolución del género.
La verdadera revolución del género o transgénero sería cuando los hombres se recluyeran en el hogar para realizar las labores domesticas que las mujeres han realizado durante milenios para que ellos pudieran desarrollarse y gozar la vida; o cuando los blancos se fueran a vivir en las zonas de las gentes de color o indígenas a trabajar como estos han trabajado durante milenios para que aquellos pudieran desarrollarse y gozar la vida.
Las lesbianas feministas de ninguna manera podemos reducirnos a una concepción tan banal y trivial como “raritas, extrañas” o “diferentes”: queer. Las lesbianas feministas somos la rebelión de las mujeres contra la dominación y el control masculino heterocentrista-patriarcal, y más que eso, somos la nueva fuerza del futuro, el único potencial social que pude guiar a las demás fuerzas sociales hacia la destrucción del patriarcado y así mismo, a la construcción de las bases de la sociedad futura, por lo tanto constituye un reduccionismo abyecto el rebajarnos o restringirnos a ser simplemente raritas.
Como lo sostiene Jules Falquet:
“En este contexto, la palabra lesbiana refiere a un lesbianismo político, que se plantea como una critica en actos y un cuestionamiento teórico al sistema heterosexual de organización social. Según el análisis lésbico feminista, dicho sistema heterosexual descansa sobre la estricta división de la humanidad en dos sexos que sirven de base para construir dos géneros rigurosamente opuestos y forzados a mantener unas muy desiguales relaciones de “complementariedad”. Esta “complementariedad” no es otra cosa que la justificación de una división sexual del trabajo rígida, que se basa en una despiadada explotación de las mujeres, en lo domestico, en lo laboral, en lo reproductivo, en lo sexual y en lo psicoemocional. En este sentido, al problematizar y criticar el sistema heterosexual, el lesbianismo en su dimensión política cuestiona profundadamente el sistema dominante, representa una ruptura epistemológica fundamental e invita a una revolución cultural y social de gran alcance”
[1].

El carácter colonial-imperial de las ideologías Lgtb, de la Diversidad, Queer, Trans…, Sadomasoquistas, etc.
El colonialismo no es únicamente económico o político, es también ideológico, cultural y espiritual y por supuesto también sexual. La dominación económica no sería posible sin un coloniaje mental.
Los países imperialistas se pueden dar el lujo de impulsar o crear formas sofisticadas de sexualidad y cada vez mas audaces como sexo con mujeres en cautiverio atrapadas en el tercer mundo o en los países del este de Europa (esclavitud sexual); con niñas de los países pobres (paidofilia con infantes o bebes); con mujeres que tienen hambre o tiene que llevar de comer a sus hijos (bondage por hambre); tener orgasmo matando a una mujer pobre o país sometido a la miseria (femicidio); o pagar altas cantidades por una película snuff, entre otros.
Generalmente esa sexualidad opresiva se ejerce contra mujeres pobres, de color no-blancas y del tercer mundo y esa sexualidad peligrosamente esta encubierta por las ideologías Lgtb, de la diversidad, queer, trans…,sadomasoquistas, etc. Pero esta realidad simplemente no la ven, o lo omiten, las asociaciones Lgtb, de la Diversidad, Queer, Trans… y Sadomasoquistas que presiden los elegantes y guapos funcionarios gays que negocian ante los honorables organismos internacionales el avance de los derechos civiles de las comunidades gays de los países imperialistas.
Latinoamérica por ningún motivo debe retomar esas sexualidades enajenadas y profundamente opresivas.

¿Quienes se benefician con la exacerbación sexual?.
Quienes se están beneficiando de la gran confusión y el desquiciamiento que ha originado gran parte del discurso Lgtb, de la Diversidad, Trans… y Queer no son las mujeres sino los hombres y en particular, las industrias trasnacionales del placer y del sexo.
Si bien, dichos discursos contienen ciertos elementos de verdad como el respeto a otras formas de ser que no corresponden a los patrones de conducta impuestos; también es cierto que el sistema las ha utilizado especialmente para confundir a la población y explotar sus necesidades no solo sexuales sino afectivas y emotivas de necesidad de cariño y amorosidad produciendo un desquiciamiento.

La desaparición del género.
La verdadera desaparición del género se dará cuando desaparezcan las estructuras de opresión y control contra la mujer, o sea, las estructuras de opresión de lo femenino o de la parte femenina de la humanidad y del planeta, es decir:
- La familia, el matrimonio, la maternidad obligatoria, el maternaje, la monogamia, el hogar, la femineidad, el amor romántico, el coito obligatorio, el falocentrismo;
- El trabajo domestico, la doble jornada de trabajo y la triple jornada del trabajo;
- La división del trabajo, la división sexual del trabajo, la división internacional del trabajo y la explotación general del trabajo;
- La propiedad privada de los medios de producción: fabricas, minas, tierras, aguas, industria, medios, así como la ciencia, la tecnología, la cultura, el útero, la sexualidad, la psique, las emociones, los sentimientos y la espiritualidad;
- Los aparatos de coerción y represión social: ejércitos, policías, sistemas de seguridad, las cárceles, sistema judicial, sentimiento de culpa;
- Las religiones, las sectas
- Los hospitales psiquiatricos, los asilos, los hospicios;
Etcétera.

La PRIMER MARCHA LESBICA EN MEXICO, 2003.
Como siempre, de nuevo, fueron las lesbianas feministas autónomas quienes hartas de la dominación y el control masculino sobre las marchas anuales de la Diversidad sexual y LGBT y la hegemonía cada vez más fuerte por parte de los empresarios sobre estas y haciendo énfasis en el poder lesbiano, organizaron la Primer Marcha Lésbica Feminista en el 2003.
Dicha marcha fue organizada a iniciativa de las lesbianas autónomas aunque participaron grupos de mujeres gays y lesbogays: Les Voz, Telemanita, Lesbianas en Colectiva, Archivo Histórico Lésbico, DiversiLess y Patlatonalli (Editora de la Cartilla sobre Diversidad Sexual), Lesbianas Independientes (tendencia a no organizarse), Mujeres y Cultura Subterránea, Leslibros.com, Mujeres Artesanas de Tláhuac, grupo de mujeres artesanas, Grupo Lésbico Club 84, de Morelos, Lesbianas de San Luís Potosí, del estado de San Luís Potosí.
Por supuesto, el Closet de sor Juana no participó, aun tomando en cuenta que durante varios años fue el principal promotor de las marchas del orgullo gay a través de su organizaron CODISEX.

La SEGUNDA MARCHA LÉSBICA FEMINISTA, 2004.
En torno a la iniciativa de la segunda marcha lésbica se empezaba a organizar como un eje aglutinador el movimiento lésbico no controlado por el movimiento gay. Sin embargo, el Comité organizador de las marchas cometió un grave error político varios meses antes de la realización de la segunda marcha al atacar a lesbianas que estaban colaborando con el Instituto de las Mujeres de la Ciudad de México por lo que disminuyó en gran medida.
Dicha marcha fue organizada a iniciativa de las lesbianas autónomas aunque participaron algunas gays:
LeS VOZ, Telemanita, Lesbianas en Colectiva, Archivo Histórico Lésbico, DiversiLess, Lesbianas Independientes (postura de no organizarse), Mujeres y Cultura Subterránea, Leslibros.com, Mujeres Artesanas de Tlahuac, Grupo Lésbico Club 84 de Morelos, Lesbianas de San Luís Potosí, Fortaleza de la Luna, de Veracruz y Alianza Gay y Lésbica Contra la Difamación (GLAAD-USA), entre otras.
Por supuesto tampoco participó el Closet de Sor Juana.

La neoliberalización del lesbianismo.
Desde los 90 pero especialmente en el nuevo milenio, la banalidad, la trivialidad y la superficialidad que encubren a la perversidad de la globalización neoliberal ha permeado al movimiento de lesbianas conduciéndolo hacia la banalidad, la trivialidad y la superficialidad a través de la propuesta lesbogay y particularmente de sus dirigentes políticas.
Lo que inicialmente fue un movimiento político ha sido sustituido por un movimiento comercial (dentro de los parámetros del mercado libre); lo que se planteó como una lucha revolucionaria ha sido transformado en una lucha de canibalismo por los financiamientos. La rebelión de las mujeres ha sido reducida a la cogida (fucking) entre mujeres; la construcción de una sociedad justa e incluyente fue cambiada por el fortalecimiento de una sociedad profundamente injusta y excluyente; y las lideres lesbianas se han reducido a ser vedettes institucionales.

La venta de esclavas
Una prueba de lo anterior lo demuestra la abyecta “venta de esclavas” que realiza una líder lesbogay ex subdirectora del Closet de Sor Juana y discípula directa de la primer diputada mexicana, que por cierto supero a la maestra, en el bar que administra: Cabaretito Metal.
Semana a semana reúne a cientos de lesbianas principalmente jóvenes, para presentarles shows de hermosas modelos en camisetas mojadas, tangas o semidesnudas para exacerbar el machismo lésbico en medio del alcohol y las drogas.
Sin establecer un juicio moralista. Esta es una prueba de la degradación política que esta sufriendo el movimiento de lesbianas en México al subsumirse a la lógica de la dominación masculina gay. Si una militante de los grupos de mujeres gays: Grupo de la nueva generación de jóvenes “lesbianas”, que en cierto periodo trabajó cercana al feminismo (heterosexual) puede cobrar por vender hermosas mujeres, qué se puede esperar de las nuevas generaciones de liderezas gays.

La gran enseñanza
La humanidad ya probó y constató hasta el hartazgo, que no era suficiente que las mujeres llegaran al poder, ni que los negros llegaran al poder, ni que las minorías llegaran al poder, ni que los jóvenes llegaran al poder, ni que los minusválidos llegaran al poder, ni que las razas no-blancas llegaran al poder y finalmente, ni que las lesbianas llegaran al poder. Una vez que llegaban al poder se transmutaban en el opresor.
La humanidad ya comprobó que no es suficiente ascender dentro de la estructura del sistema social patriarcal global imperialista, sino que hay que cambiarlo todo, de raíz y desde sus cimientos. Hay que destruir este sistema social para construir la nueva sociedad, morir para nacer.
Todo, absolutamente todo lo que hagamos dentro de los parámetros de esta sociedad será subsumido por ella.

La crítica a la economía-política patriarcal capitalista heterocentrista.
Uno de los fundamentos teórico científicos más sólidos y poderosos del movimiento de mujeres lo constituye el feminismo socialista que se desarrollo en los 70.
Como lo expone con gran claridad Zillah Einsenstein:
“El primer paso necesario para formular una teoría política del feminismo socialista que resulte coherente es la síntesis entre el feminismo radical y el análisis marxista, que no solo sume estas dos teorías del poder, sino que las considere interrelacionadas a través de la división social del trabajo. Definir el patriarcado capitalista como la raíz del problema significa al mismo tiempo proponer el feminismo socialista como respuesta. Mi trabajo utiliza el análisis de clase marxista como la tesis, el análisis radical feminista del patriarcado como la antitesis y de ambos resulta la síntesis del feminismo socialista”
[2]

La propuesta.
Hoy, es urgente y necesario retomar el socialismo pero desde la mujer, particularmente desde el feminismo y dentro de este, desde el lesbofeminismo. Incorporando por supuesto, las aportaciones de todos los sectores sociales que se encuentran luchando por la construcción de una sociedad justa, sobre todo los vinculados a las raíces: indígenas y nativos, y los vinculados a la tierra campesinos y agrarios, porque la humanidad debe volver a la tierra.
Incorporando también la lucha de todas y todos los trabajadores del mundo principalmente los del los países colonizados o Tercer Mundo pero bajo la nueva visión de un desarrollo industrial ecológico.
Es necesario construir un nuevo modelo económico-político-social-cultural-y -sexual sustentado en la autarquía de un socialismo feminista ecologico.

El lesbianismo socialista feminista.
Para las lesbianas feministas socialistas la lucha de clases ha adquirido una nueva dimensión en el nuevo milenio. Ahora, resulta que los enemigos de los pueblos y de la clase trabajadora (incluidas las lesbianas proletarias y pobres) ya no son únicamente el Estado, los gobiernos, los capitalistas y las trasnacionales, sino también el lesbianismo de derecha ó lesbogay y las fuerzas lésbicas neoliberales.
El lesbianismo comunista feminista (no soviético o estalinista) se postula hoy como una alternativa ante la próxima debacle de este sistema social, porque este es el único que puede romper realmente con el control patriarcal capitalista.

Los orígenes izquierdistas de lesbianas feministas en México.
Es muy importante recordar que el movimiento de lesbianas en México comenzó con lesbianas de izquierda y dentro de la izquierda. Una vez que dicho movimiento adquirió una gran fuerza a partir del 84, empezaron a surgir las primeras agrupaciones derechizadas y para el 86 ya existían diversas organizaciones derechistas y a partir de los 90 la mayoría eran de derecha, únicamente la resistencia se mantenía con posturas izquierdistas, es decir, el lesbianismo feminista autónomo.
Cabe destacar, que el hecho de que se definieran como organizaciones de izquierda no dejaba de que establecieran una profunda y contundente critica a la izquierda por su carácter patriarcal, por lo mismo, la corriente anarquista se proyectó hacia posturas radicales y separartistas dado el fuerte machismo que existía por parte de los compañeros de la izquierda. Sin embargo, tenían muy claro que la derecha eran sus enemigos y que había que destruir al Estado.
En particular, la tradición socialista inició con Oikabeth I con posturas de orientación marxista hacia el leninismo, Oikabeth II como socialista moderado con cierta orientación trostkysta; Lesbianas socialistas socialismo leninista; Lesbianas Morelenses socialismo nacionalista (Oikabeth III, nunca definió una postura clara, oscilaba); Seminario Marxista Leninista Feminista de Lesbianas, marxista leninista; Revolución Permanente Zyanya de Lesbianas Feministas, socialista con cierta orientación trostkista. Posteriormente, la líder de estas organizaciones fue cofundadora del Archivo Histórico Lésbico de América Latina y el Caribe con la intención de rescatar toda la rica tradición izquierdista del movimiento lésbico en México y continuó con Lesbianas Zapatistas, revolucionarias zapatistas y finalmente el Frente Internacionalista Contra el Femicidio, izquierdista, entre algunas posturas izquierdizantes de otras agrupaciones.

Los orígenes izquierdistas del movimiento homosexual.
Al respecto, cabe destacar que el movimiento homosexual también inició con líderes de izquierda y dentro de la izquierda. Desde el primer intento de movimiento de liberación homosexual en 1971 con ex lideres o militantes del movimiento estudiantil del 68, hasta el surgimiento del gran movimiento en 1978 con el Frente Homosexual de Acción Revolucionaria de izquierda radical y anarquista, como el Grupo Lambda de Liberación Homosexual de izquierda moderada de orientación troskista, quienes junto con Oikabeth I peleaban ser los mas revolucionarios, lo cual quedó constatado en las publicaciones de aquellos tiempos.
Esta historia, los orígenes y las raíces ha quedado borrada por el movimiento gay neoliberal.

La política de alianzas.
Habitualmente se ha pensado que los aliados naturales del movimiento lésbico feminista eran el movimiento gay y el movimiento feminista heterosexual, sin embargo, desde mi perspectiva este ha sido un grave error.
La historia ha demostrado que centrarse en insistir en establecer alianzas con estos dos movimientos ha conducido a la “sexualización” del movimiento lésbico, es decir, que lo ha encajonado en el terreno de lo sexual, de la genitalidad y no le ha permitido su verdadera expresión política. Incluso, los tres movimientos se han atado a si mismos en el terreno sexual y ahora en el del genero.
El movimiento lésbico feminista debe librarse de esta pasión inútil, superando el atavismo psíquico infantil de búsqueda de reconocimiento y aceptación de la madre y el padre simbólicos, debe romper ese cordón umbilical y nacer como lo que somos las guerreras, las paridoras de la nueva sociedad, las toltecas (constructoras) del futuro prospero para toda la humanidad.
Las lesbianas feministas debemos apoyar la lucha de las y los gays, de las y los bisexuales, de las y los trangénero, travestis y transexuales pero nunca debemos subsumirnos a esas luchas

Las alianzas fundamentales:
Primero, con el Movimiento amplio de mujeres, MAM, independientemente del movimiento feminista (heterosexual);
Segundo, con todos los movimientos sociales ligados a la tierra: indígena, campesino, agrícola, jornalero, agrario;
Tercero, con los movimientos de la clase proletaria: obrero, artesanal, industrial, cooperativas y sindicatos;
Cuarto, con los movimientos populares y sociales: urbano-popular, estudiantil, cultural, artístico;
Quinto, con las luchas raciales étnicas, nativas, indígenas y las razas no blancas;
Sexto, con los migrantes, desplazados y exiliados;
Séptimo, con los sectores vulnerables ancianos, niños de la calle, enfermos, jubilados y pensionados;
Octavo: con las organizaciones políticas y partidos políticos de izquierda;
Noveno: con las organizaciones de liberación nacional, pueblos armados y revolucionarias;
Décimo: con las iniciativas de medicina tradicional e indígena, ecologista, naturista;
Décimo primero: con las propuestas de una espiritualidad no religiosa ni opresiva.
Décimo segundo: también con el movimiento feminista heterosexual de izquierda;
Décimo tercero: con el movimiento gay de izquierda;
Décimo cuarto: con el movimiento de las disidencias político sexuales: bisexuales, transgénero, travestis y transexuales.
Décimo quinto: Con las asociaciones civiles y ongs pero de izquierda.

Respecto al heterofeminismo.
El cuestionamiento hecho al feminismo heterosexual no invalida en modo alguno su existencia ni su importancia simplemente lo sitúa en su justa dimensión. El heterofeminismo es una “corriente” dentro del feminismo al lado del feminismo lésbico y es, a la vez, un “movimiento” porque dentro del mismo existen muy diversas tendencias, como también sucede al interior del feminismo lesbiano. De entre las heterofeministas cabe distinguir a aquellas que son heterosexistas patriarcales (mujeres masculinizadas) y aquellas que tienen prejuicios por cultura, las primeras son temibles enemigas no solo de las lesbianas son de las mujeres en general, las segundas lo son por ignorancia.
El feminismo heterosexual es sumamente importante en la medida en la que es una toma de conciencia de aquellas mujeres que mantienen relaciones erótico-afectivo-económico-políticas con los hombres a nivel tanto personal y familiar como social, y por tanto, una lucha contra el sometimiento que ejercen estos contra ellas. La lucha por el aborto, los anticonceptivos, el uso del condón, los derechos reproductivos, la maternidad, el maternaje y sus derechos laborales y civiles, contra la violencia domestica, etc., constituye una lucha fundamental en el proceso de liberación de las mujeres pero constituye un medio más no el fin.
Estas demandas de las mujeres heterosexuales aunque no nos afectan a las lesbianas directamente son luchas que debemos apoyar por principio político.
Cabe destacar que al heterofeminsimo debe reconocer que las lesbianas feministas han sido la punta de lanza del movimiento, su fuerza, su empuje y en gran medida su orientación aunque algunas veces supeditadas a una visión política heterocentrista paradójicamente; que el movimiento de la “nueva ola” al inicio de los 70 fue impulsado por muchas lesbianas de supercloset al lado de algunas destacadas heterosexuales. Que durante los 60 y 70 las lesbianas empezaron a crear mucho poder y que por lo mismo, el sistema capitalista las frenó junto con todos los nacientes y poderosos movimientos sociales de aquellas décadas, aplastándolos durante los 80 y 90.
El feminismo heterosexual debe reconocer que en la medida en que el feminismo lesbiano sea fuerte se fortalecerá la lucha de liberación de todas las mujeres y en la medida en que se debilite se debilitará la lucha de las mujeres.
En los 70, Ácratas, Lésbos y Oikabet I decíamos que había que alesbianar (a-lesbianar) a todas las mujeres (juego de palabras, con el termino liviano, alivianar, liviandad: ligereza) nos referíamos a que había que liberar a las mujeres de las enormes cargas que implicaba la heterosexualidad, la esclavitud domestica, la maternidad obligatoria y sobre todo el coito heterosexual obligatorio.
Por lo mismo, teníamos muy claro que la misión histórica de las lesbianas feministas era liberar a todas las mujeres del yugo del sistema social masculino.

Respecto a los hombres.
Respecto a los hombres hay que distinguir entre aquellos que son misóginos patriarcales, aquellos que son machistas por presión cultural y aquellos que han desarrollado una conciencia feminista. Los primeros son poderosos y temibles enemigos que hay que combatir y destruir, destruir en sentido literal. Con los segundos hay que trabajar para crear una conciencia y a los terceros se puede considerar compañeros de ruta.
Sin embargo, hay que tener muy claro que pasaran muchos siglos para que los hombres puedan deshacerse de su condicionamiento cultural milenario orientado a someter y esclavizar a las mujeres. Paralelamente, las mujeres deberán fortalecer su unión y su poder político en tanto a través de los siglos se afianza el equilibrio entre los femenino y lo masculino.
El poder de los hombres nunca va a terminar mientras continúen las instituciones y estructuras que les permite mantener e imponer su fuerza, entre estas, la principal: la familia sustentada en la imposición de la heterosexualidad obligatoria para las mujeres.
Una base fundamental del poder de las mujeres lo constituye el Amor lésbico, feminista, que de ninguna manera se reduce al especto sexo-genital (como la ha concebido la poción política lesbogay o a que lo ha reducido la cultura gay y sobre todo Lgtb, de la Diversidad, Queer y Trans... El amor lésbico feminista (independientemente del lo sexual) constituye el punto de identificación de unión de las mujer para luchar en contra de un sistema económico político y social que milenariamente las ha subyugado, por lo el amor lésbico feminista constituye una sólida alianza política.

En síntesis.
El lesbianismo feminista liberará a las mujeres y las mujeres a los hombres y las mujeres y los hombres re-evolucionarios liberan a toda la humanidad de los milenios de opresión del sistema patriarcal.
En esta perspectiva, las mujeres heterosexuales deben aceptar el liderazgo de las lesbianas y los hombres el liderazgo de las mujeres así como los países colonialistas deberán aceptar el liderazgo de las naciones colonizadas y los blancos de la gente de color.
Es urgente recuperar la dimensión histórica del movimiento re-evolucionarlo lésbico feminista: el fin del patriarcado, la matria, el metalesbianismo, la reorganización ecofeminista de la sociedad-planeta, la Doble Hacha, las diosas, el metafeminismo, la vuelta a la tierra, la revolución interna y externa, las amazonas, la colectivización del trabajo doméstico, el poder del cuerpo, los rituales de menstruación, la abolición del Estado y la propiedad privada, la guía lunar, el anarquismo lesbo-feminista, los arquetipos femeninos, la sexualidad clitorideal, la lucha revolucionaria, Lo Sagrado Femenino, la lucha contra el imperialismo, el racismo, el clasismo y el sexismo, el redescubrimiento de Isis, el Grial…
Toda aquella mística-política que conducía no sólo a las mujeres lesbianas, sino también a las mujeres heterosexuales y a los hombres feministas a la construcción de una sociedad justa, armónica, ecológica, espiritual y autárquica: la ginandria, la autarquía, la utopía lesbiana. (Castro Yaoyólotl, Yan María, “El proyecto político-espiritual humano-planetario del lesbianismo feminista ecológico-comunista”, y “El intento de recuperación del principio original del movimiento de lesbianas feministas”. Artículos inéditos, de próxima aparición).

El lesbofeminismo, una propuesta re-evolucionaria para todas y todos.
El lesbofeminismo no es más que la recuperación (el paraíso perdido) de la parte femenina negada por la dominación patriarcal. En este sentido implica a todas las mujeres pero también a los hombres, porque los hombres deben de reconciliarse y recuperar su parte femenina, así como la recuperación de la tierra, parte femenina del planeta, depredada por las empresas transnacionales capitalistas.

VI Encuentro de Lesbianas Feministas de Latinoamérica y el Caribe
Hoy, ante el VI Encuentro de Lesbianas Feministas de Latinoamérica y el Caribe urge construir la autonomía del ser humano, es decir, su capacidad de autodeterminación, autogestión, autoorganización y autodirección, tanto individual como colectiva, a través de una transformación o re-evolución mundial tanto interna como externa, donde el movimiento de lesbiana feministas desempeña un papel fundamental al lado de los movimientos indígena o autóctono, de la clase trabajadora y de todos los sectores vulnerados: el papel de constructoras de una nueva organización mundial.

AUM OMEYOTL

Colaboración: Amelia Islas.

(Este ensayo se escribió en mes y medio en condiciones difíciles dado que mi empleo no me permite contar con tiempo para realizar una investigación exhaustiva. Fue escrito en las paradas de espera del autobus, en el Metro y los fines de semana me permitió la lucha contra el femicido, por lo cual no pudo ser sometido a una revisión profunda ni corrección de estilo. Pido disculpas por algunas aseveraciones aceleradas, omisiones no intencionadas o datos imprecisos, de hecho por cada uno de los apartados pondría escribirse un libro. Pronto publicaré una visión crítica de la historia del movimiento lésbico feminista en México con el rigor científico lesbofeminista. Este ensayo constituye un acercamiento hacia la construcción de una teoría-practica lesbofeminista re-evolucionaria.

A las jóvenes victimas del femicidio en Ciudad Juárez y los países empobrecidos.
A los presos irakís que se encuentran en las cárceles norteamericanas.
Por la liberación de Palestina.

Yan María Yaoyólotl Castro
[1] Jules Falquet, Breve Reseña de algunas teorías lésbicas, Pág. 20 México, Ed. Fem-e- libros, 2004.

[2] Cf. Ziliah Eisenstein, “Hacia el desarrollo de una teoría del patriarcado capitalista y el feminismo socialista” en Patriarcado capitalista y feminismo socialista. Ziliah Eisenstein, compiladora. México, Siglo XXI, 1978

1 comentario:

Anónimo dijo...

Soy lesbiana y no lesbogay.
Gracias a ti me di cuenta
que no soy la única que
piensa así.

ATTE:
Las dos lideres de Yurilandia.
Succubus Evaligan
Princesa Ameria